Los concursantes empiezan a mover pieza, transcurridas varias jornadas de posicionamiento, en las que los nuevos han tenido que hallar una ubicación estable. Veamos cómo encontró las cosas nuestra Mónica al entrar en el recinto: la situación estaba dominada por Iván el Malicioso, quien todavía conservaba el liderazgo, más debido a la debilidad de los demás que a sus propias virtudes teologales y cardinales. Porque Iván es perverso cual cobra enrabiada. Basta ver lo que hace con el pobre Íñigo, el Escatológico desde que sabe que ha perdido los papeles (sobre todo los higiénicos) con la modelo Ania. Ayer por la tarde ambos dos fregaban los platos cuando de pronto empezó a sonar un silbeteo de la marcha nupcial al fondo del comedor. Eran Iván e Ismael, el Náutico, que se mofaban de Íñigo con saña, porque saben que Ania antes se encaramelaría con una mofeta que con el joven sevillano, que ha cogido fama de guarrindongo debido a sus constantes prospecciones petrolíferas en las napias y a sus constantes aspavientos intestinales.
Por su parte, Marina, que es muy espiritueuse y se encuentra en baja forma (les han racionado los alimentos, y esta chica no funciona por debajo de las 8.000 calorías diarias), busca apoyo en Mónica, pues la mallorquina mantiene una constante imagen de fortaleza, unida a un caparazón de sentido del humor, que la convierte en referencia. Iván intentará muy pronto noquearla y dejarla hecha unos zorros. ¿Quién vencerá?
Mónica, portada de «Interviú»
«Mónica, también». Así titula «Interviú» la portada de su próximo
número, que saldrá a la calle esta semana. Como ya ocurriera con Mª
José, la revista reproduce en sus páginas interiores «pruebas y
testimonios» del trabajo de Mónica «en un club de Alicante». Con
varias fotos de Mónica en portada, «Interviú» señala que el
«programa introduce a otra chica de alterne en la casa» y se
pregunta: «¿'Gran Hermano' o gran camelo?» En las fotos de la
portada de la revista se ve a Mónica en bikini en la piscina del
«Gran Hermano».