La gestión personalista del presidente del Fomento del Turismo de Mallorca, Miquel Vicens, está provocando malestar y enfrentamientos entre las patronales y asociaciones que componen su junta directiva, al considerar que sus declaraciones «van por libre y sin el visto bueno general de la junta».
La patronal AECA afirma que Vicens está más preocupado por temas hoteleros que los generales que afectan a la industria turística, «además discrepamos sobre la manera con que está llevando el Fomento». Hay patronales que no se manifiestan de forma oficial, aunque de forma indirecta dejan entrever que mientras «Vicens esté en el Fomento del Turismo no nos acercaremos, porque no comulgamos ni con su gestión ni con su forma de llevar las cosas». Desde la Federación Hotelera de Mallorca reconocen que «a veces peca de impulsivo y se excede en sus declaraciones, pero cuenta con nuestro apoyo».
El presidente de la PIMEM, Tomás Garrido, indica que tras la crítica vertida contra el Fomento en la entrega de los Siurells'99, «el Fomento no se puede quedar de manos cruzadas, ya que es muy preocupante que por la gestión de una persona se ponga en entredicho la función de una institución». Desde el Mallorca Convention Boureau coinciden en señalar en que en ocasiones el papel de hotelero de Vicens «provoca cierta tendencia a decantarse en sus declaraciones por este sector, pero defiende por igual todos los campos de actuación. Lo que sí es cierto es que sus declaraciones que realiza a nivel particular no se tienen que valorar como si las realizara el presidente del Fomento, pero cuando se ocupa un cargo de responsabilidad hay que ser más comedido por la repercusión de las declaraciones que se realizan».