Balears necesitaría una planta en la Península si finalmente se opta por el gaseoducto para traer gas natural a las Islas. Esta es una de las conclusiones del estudio que ha presentado Enagas al Govern para analizar las distintas opciones con el fin de garantizar el futuro energético de Balears hasta el año 2030. Antoni Llardén, directivo de Enagas, reconoció ayer en una rueda de prensa celebrada en la sede del Govern que «si se opta por construir un gasoducto necesitaríamos una planta para impulsar el gas desde la costa de Levante hasta Mallorca». «Esta planta es un inconveniente porque el proceso energético de Balears ya no dependería únicamente de la Comunitat, y la inversión de la infraestructura también tiene un alto coste económico», opinó Llardén.
Enagas presentó ayer al Govern un informe sobre todas las opciones energéticas para garantizar el suministro eléctrico en Balears. En la presentación de las conclusiones estuvieron presentes la consellera de Energía, Misericordia Ramón, y el presidente de GESA, Bartomeu Reus, entre otros. La inversión oscilaría entre los 25.000 y los 40.000 millones, en función de la alternativa que se eligiese.
La propuesta de transportar el gas en barco, más económica que la de construcción del gasoducto si la planta de regasificación no se instala en Palma, significaría construir unos depósitos para almacenar el combustible líquido.