Ante el estancamiento que está sufriendo el proceso de paz para el País Vasco, el socialista José María Benegas ha lanzado una novedosa propuesta que ha sido acogida con interés desigual por parte de los diversos partidos. En primer lugar, en el seno del propio PSOE se han desmarcado de las ideas de Benegas aduciendo que sólo son opiniones personales que el político expresa en un libro de próxima aparición y no planteamientos oficiales de la formación.
Tampoco el Partido Popular ha sido generoso a la hora de alabar la propuesta de Benegas. Remitiéndose a su habitual defensa de la Constitución española y del Estatuto de Gernika como únicas vías para llegar a la paz, los populares se han limitado a criticar la variopinta diversidad de opiniones que conviven en el PSOE.
Pero no todo ha sido frialdad a la hora de acoger la idea. Desde el PNV, Iñaki Anasagasti considera que se trata de una «alternativa novedosa» y ha pedido a los partidos más alejados en sus planteamientos sobre Euskadi, Euskal Herritarrok y Partido Popular, que tengan en cuenta la propuesta de Benegas como posible punto de partida para un nuevo intento de alcanzar la paz.
En realidad el texto no carece de ideas atractivas. La primera cuestión de interés se refiere a la petición a ETA para que lleve a cabo un alto el fuego durante dos años, período en el cual comenzarían las negociaciones entre la banda terrorista y el Gobierno. Además, propugna la creación de dos mesas de diálogo distintas, una en el País Vasco y otra en Navarra, con la participación de todos los partidos políticos.
En principio cualquier idea tendente a conseguir la paz en cualquier sitio azotado por la violencia debe ser siempre bienvenida y los políticos, que lo saben, deberían hacer un esfuerzo y analizar con todo detalle las propuestas antes de criticar a sus autores.