El Govern ha calculado que el cobro de la ecotasa a los residentes de Balears supondrá la recaudación de apenas 1'5 millones de pesetas al año, una cantidad intrascendente si se tiene en cuenta que el Ejecutivo autonómico espera ingresar con el impuesto unos 12.000 millones de pesetas. La polémica generada en Balears ante el cobro de la ecotasa a los residentes que se alojen en hoteles de la Isla ha sido rebajada por el propio Govern al calcular la trascendencia que tendrá estos ingresos en el cómputo global de la recaudación del impuesto. El conseller de Turisme, Celestí Alomar, informó ayer al Consell de Govern que, si se tiene en cuenta que sólo 3.000 residentes se alojan en hoteles de Balears durante tres días de media, y que cada uno de ellos pagaría un euro en el futuro, la recaudación del impuesto entre los ciudadanos de las Islas se reduciría a 1'5 millones de pesetas.
Sin embargo, la necesidad del Govern de no poder discriminar a ningún ciudadano en el cobro del impuesto ha provocado algunas quejas, incluso de la propia Maria Antónia Munar, quien considera que este es uno de los aspectos negativos del proyecto del Govern.
El Ejecutivo dispone de varios informes realizados por la Unión Europea en el que se da el visto bueno al impuesto, siempre y cuando éste no sea discriminatorio. El Govern sabía desde el primer momento la repercusión de la ecotasa entre los residentes sería mínima, una teoría que se ha confirmado al calcular los ingresos que se obtendrán. La ecotasa se podría aprobar a finales de este año, siempre y cuando UM apoye la creación del nuevo impuesto, y se aplicaría a partir de enero de 2002.