La mayoría de usuarios de autobuses de la EMT encuestados por Ultima Hora está conforme con cambiar el tradicional bono-bus por la nueva Tarjeta Ciudadana. Es más cómoda, útil, y barata -cada trayecto cuesta 75 pesetas en lugar de las 80 que se pagaban con el bono-bus-.
La parte disconforme lo está, porque sólo se puede recargar la tarjeta en las oficinas de Sa Nostra y La Caixa, lo que supone el pago de unas 300 pesetas de comisión para quien no tenga cuenta en dichas entidades bancarias, y el consiguiente encarecimiento del precio del billete. «¿Y qué será de los no residentes?. ¿No tendrán ningún descuento en el transporte público?», se preguntan algunos.