El Ajuntament de Palma ha aprobado el reparto del beneficio resultante de la liquidación del presupuesto del año pasado, cifrado en 2.360 millones de pesetas. En realidad se han distribuido 2.244 millones, pues los 126 restantes se reservan para hacer frente a alguna solución de futuro para el matadero.
Aunque en el pleno de diciembre de 1999 el equipo de Gobierno aceptó la propuesta del PSM de destinar la mayor parte de este beneficio a las necesidades sociales, lo cierto es que en el acuerdo tomado ayer el área de Acción Social tan sólo percibe 20 millones de pesetas, el 1 por ciento del superávit, destinados a convenios y subvenciones. El concejal de Hacienda, Pedro Àlvarez, justificó este incumplimiento en la necesidad de «atender primero los compromisos que tenemos».
Según el acuerdo tomado ayer «resulta necesario habilitar varias partidas para hacer frente a gastos no previstos, así como para ajustar varias partidas existentes en las distintas áreas municipales que serán insuficientes hasta final de año». Así, el 31 por ciento del superávit va a parar al área de Hacienda, donde destacan los 552'7 millones de pesetas para amortización de la deuda.
Personal se lleva 15'2 millones (el 1 por ciento), para horas extras y el servicio de prevención de riesgos laborales. El 27 por ciento es para Cultura, donde destacan los 481 millones para la Universiada. Otro 21 por ciento es para Gobierno Interior, un 1 por ciento para Mantenimiento, otro 2 por ciento para Policía Local y el 16 por ciento restante para Urbanismo, que incluye 308 millones destinados a proyectos.
Entre ellos, Àlvarez destacó la necesidad de dotar de una partida para el proyecto de la fachada de la Plaça Major, cuyo concurso ha quedado desierto por su elevado importe económico.