La consellera de Sanitat i Consum del Govern balear, Aina Salom, ha remitido tres escritos al ministro de Defensa, Federico Trillo; al general en jefe de la Zona Militar de Baleares, Tomás Formentín; y a la delegada del Gobierno, Catalina Cirer, para intentar conseguir el permiso para visitar las instalaciones del Hospital Militar de Palma. La titular de Sanitat, en virtud de una proposición no de ley aprobada en el Parlament balear el pasado 15 de febrero, pretendía iniciar los contactos con el Ministerio de Defensa para aclarar el futuro del centro sanitario.
Una de las primeras iniciativas en este sentido tenía que ser la visita al recinto pero, con fecha de 4 de mayo de este mismo año, el Estado Mayor de Baleares le denegó el permiso argumentando que van a trasformar el hospital en un centro de atención a mayores para personal civil y militar del Ministerio de Defensa y que la visita de Salom podía provocar «falsas expectativas o confusión sobre el uso futuro del recinto».
Como quiera que la consellera, según consta en la carta enviada a Trillo, no puede «sustraerse del tema a causa del requerimiento parlamentario», su gabinete ha decidido reiterar la petición de visita al general Formentín y elevar sendas peticiones de mediación al ministro de Defensa y a Catalina Cirer.
En la primera de las misivas, Salom remarca su sorpresa por «el cambio de criterio para que dicho hospital haya sido visitado, en un pasado muy reciente, por otras autoridades interesadas en la proyección de futuro del hospital».
La consellera de Sanitat recuerda que es la autoridad de máxima responsabilidad en materia sanitaria en las Islas, que entre sus funciones está, junto con la Conselleria de Benestar Social, la de la coordinación sociosanitaria y que es «la responsable de presentar, a corto plazo, el Plan Sociosanitario de esta Comunidad».