El Servicio de Inspección de Fraudes Agroalimentarios, dependiente de la Conselleria d'Agricultura i Pesca, abrió durante 1999 un total de 174 expedientes sancionadores a otros tantos productos y marcas al detectar que entre ellos habían incurrido en 407 infracciones de la normativa vigente.
Estas irregularidades detectadas, la mayor parte de las cuales corresponden a productos procedentes de la Península, se relacionan en su mayoría (el 70 por ciento del total) con el etiquetaje del producto y con la composición (el 14'7 por ciento).
Los expedientes sancionadores, que en caso de demostrarse la infracción pueden dar lugar a sanciones de 60 millones de pesetas, afectan especialmente a las bebidas espirituosas donde se han abierto 47 causas por 90 presuntas infracciones (uso de menciones no autorizadas en la etiqueta como «superior» o «especial» y distinto grado de alcohol al anunciado).
Del total de actuaciones, 1.031, desarrolladas por la sección especial, 495 tuvieron lugar en los propios almacenes, 481 en la fase de transporte, 222 en la fase de producción, 82 en las plantas envasadoras y 21 en los establecimientos minoristas.