Ha pasado un año y parece que fue ayer
Hoy hace un año que nos fuimos con el Mallorca a Birmingham a
presenciar el partido de la final de la Recopa, contra el Lazio. Un
grupo de mallorquinistas y servidor nos embarcamos en el buquebús y
luego seguimos ruta en autobús, con lo que llegamos a Birmingham
dos horas antes del choque, tras una noche en la carretera. Harto
de fútbol, pues hacía 17 años que no veía un partido en directo...
digo mal, porque hace cinco me mandaron a Burgos a presenciar el
Burgos-Betis para ser testigo directo del ascenso a Primera del
equipo que entrenaba nuestro paisano Serra Ferrer (recuerdo que
casi terminé debajo de la ducha del vestuario, bajo una lluvia de
champán, con el míster y Ruiz de Lopera). Pues salvo ese partido,
hacía 17 años que no pisaba un estadio, y mucho menos el del
Mallorca. Pero debo reconocer que aquel viaje fue para mí una de
las mejores experiencias que he tenido en mi vida ¡y miren que he
tenido muchas!, sobre todo gracias a la gente con la que estuve
durante tres días y otras tantas noches, que se me hicieron cortos
de lo bien que me lo pasé con ellos. Mallorquinistas de verdad,
gente que sentía y siente los colores, y que los seguirá sintiendo
si vienen mal dadas. Con ellos atravesamos Francia y el Canal de la
Mancha cantando aquello de «El Mallorca es un sentimiento», y con
ellos también deshicimos el camino, con la amargura de la derrota
pero con la cabeza bien alta, cantando "y cantándole a través del
programa de Tomeu Terrasa" aquello otro de «Cúper no te vayas,
Cúper quédate».
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