Fatma y Mamia Salek Abdusahad son dos hermanas saharauis que permanecieron en prisión a lo largo de 17 años, primero en El Aaiún "Sáhara Occidental" y después en diversas cárceles de Marruecos, sin haber cometido delito alguno. Fueron puestas en libertad en 1991 gracias al apoyo que recibió su caso por parte de Amnistía Internacional (AI). Ambas hermanas intervinieron en la conferencia que tuvo lugar ayer en el Teatre Municipal de Palma con el título «Desaparecidos saharauis. ¿Dónde están?».
Desde mediados de los años setenta, y en especial desde la ocupación marroquí del Sáhara Occidental, las denuncias por violaciones de los derechos humanos "detenciones ilegales, desapariciones, torturas, muertes bajo custodia" han sido numerosas. «AI presentó en su momento una lista en la que denunciaba la desaparación de alrededor de quinientos saharauis. Cuatrocientos cincuenta continúan hoy desaparecidos», señaló Margalida Capellà, presidenta de la organización en Balears. Por su parte, Abdesallam Omar Lahcen, presidente de la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis (AFAPREDESA), afirmó: «Con la llegada de Mohamed VI al trono de Marruecos, la situación de los derechos humanos ha mejorado para los marroquíes, pero se ha agravado para los saharauis en los territorios ocupados».
«Fuimos detenidas junto con nuestros padres. Yo tenía 19 años y mi hermana 14. Fuimos secuestradas y llevadas a centros clandestinos. En la cárcel de Agdes dormíamos en el suelo, no teníamos médico y las torturas y violaciones eran frecuentes. Allí falleció mi madre en 1977», señaló Fatma, y añadió: «A partir de 1980 nos traladaron a la cárcel de Maguna, en donde había las mismas condiciones inhumanas. En 1983 iniciamos una huelga de hambre "que duró 10 días" para conseguir mejoras y atención médica. Mi padre murió ese año en la cárcel».