Un total de 120 profesionales de la enseñanza de 39 institutos de Mallorca participan ayer y hoy en las Jornades d'Educació Secundària Obligatòria maig 2000, que se desarrollan en la Escola d'Hoteleria de la UIB, con el objetivo de iniciar un proceso de reflexión sobre la situación de la enseñanza secundaria en Mallorca.
El conseller d'Educació i Cultura, Damià Pons, que inauguró las citadas jornadas, confió en que en este encuentro «se concreten medidas para mejorar la situación de la educación en Balears, partiendo de la base de que existe un compromiso político para hacerlo, a pesar de las dificultades presupuestarias existentes».
Las jornadas incluyen intervenciones de miembros de los claustros de diversos institutos de Mallorca, que describen diferentes modelos de organización y funcionamiento interno de sus centros, experiencias docentes y mesas redondas.
La jornada de ayer se centró en cómo afrontar la problemática de ESO, tema abordado en una mesa redonda en la que intervinieron Inocenci de Marchi, director del IES Albuhaira de Muro; Miquel Martorell, director del IES Juníper Serra de Palma; Montserrat Domènech, jefe del Departamento de Ciencias Sociales del IES Damià Huguet de Campos; Mª Angels Llull, jefe del Departamento de Orientación del IES Pau Casesnoves de Inca; Joan Mestres, inspector de Educació, y Jaume March, director del IES Josep Sureda i Blanes de Palma.
Coincidieron en que existe una problemática en ESO, teniendo en cuenta que los alumnos de este tramo son adolescentes y ésta es una edad compleja. Por otro lado, pusieron de relieve el hecho de que «el actual sistema educativo obliga a los jóvenes a estar escolarizados hasta los 16 años, aunque su motivación por el estudio sea baja, y esto, a veces deriva en absentismo escolar, violencia de baja intensidad y la distorsión del ambiente de aquellos alumnos que sí quieren estudiar», dijo Jaume March. En definitiva, existe un consenso sobre que los centros educativos deben ser más flexibles para atender a la diversidad de alumnos que acogen.