La presidenta de EMAYA, María Crespo, descargó ayer en la consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, toda la responsabilidad ante los problemas de agua que padecerá la ciudad este verano, «puesto que sigue sin llover y la consellera no ha cumplido el acuerdo de ampliar la planta desaladora».
Crespo recordó que este compromiso fue adquirido por el
presidente del Govern, Francesc Antich, en la reunión celebrada el
pasado día 25 de marzo.
La presidenta de EMAYA criticó la carta remitida por la consellera
al secretario de Estado de Agua y Costas, Beningno Blanco, el
pasado 27 de marzo, en la que reclama la puesta en marcha del grupo
de reserva de la desaladora, que sólo ampliará en 7.000 metros
cúbicos por día su capacidad , «en lugar de pedir la ampliación de
las tres líneas de tratamiento para las que aún tiene capacidad la
planta y que supondrían 21.000 metros cúbicos diarios», dijo.
Ante esta actitud, que Crespo calificó de «frívola» y «desobediente», afirmó que «este verano lo vamos a pasar mal, pero no quiero que se responsabilice de ello a EMAYA, pues llevamos meses advirtiendo del problema y es el Govern el que tiene en sus manos las autorizaciones para buscar nuevos recursos». Y añadió que «será necesario recurrir al agua de los pozos no agrícolas», para lo cual volvió a reclamar al Govern un cambio de usos.
No obstante, aseveró que «todavía es posible, técnicamente, tener lista la ampliación de la desaladora para después del verano si no se pierde más tiempo, al tratarse de una obra de cinco o seis meses». Lo cierto es que en la reunión referida por la edil a lo único a lo que Antich se comprometió fue a que si el plan de choque resulta insuficiente y la ampliación de la planta desaladora puede ejecutarse en un plazo rápido de tiempo, esta posible solución sería enviada a la Comisión de la Sequía.