Manuela Viedma Díaz, que fue Miss Palma en los años 60, enviudó al mes y medio de casarse con Juan José Bima Martí. A su marido le mataron al intentar huir de una emboscada en Río Benito (en Guinea Ecuatorial). Manuela, después de tantos años, sigue llamando a las puertas reclamando una viudedad que considera justa, pero que se le escapa cuando más cerca parece que la tiene.
«He escrito muchas cartas, a la Reina, al defensor del Pueblo, a las Víctimas del Terrorismo... y todos me han remitido a Asuntos Exteriores, donde, a su vez, me envían al Gobierno de Guinea Ecuatorial. Mi intención es ponerme en contacto con ellos para reclamar mi viudedad a causa del asesinato de mi marido. De no conseguirlo, recurriré ante el juez Garzón».
La historia de Nella de Viedma es estremecedora. La conté hace un año, pero no estará de más recordarla: Tras haber sido Miss Palma, y haber participado en Miss España "fue al año siguiente en que Maruja García se proclamara Miss Europa", conoció a Juan José, con quien se casó a los pocos meses. Tras el viaje de novios, el matrimonio se instaló en la explotación forestal J. Jover, en Sendye (Guinea Ecuatorial), el lugar de trabajo de él. Era febrero de 1969. Unos meses antes "12 de octubre del 68", Guinea había conseguido la independencia de España, «aunque se seguía rigiendo por sus leyes y costumbres. Sin embargo, se notaba cierta hostilidad por parte de ciertos guineanos hacia los españoles que seguían viviendo allí». Aquella mañana del 27 de febrero, «recién instalados en nuestra casa», se declaró el estado de excepción, «y la explotación fue atacada, lo que nos obligó a huir junto con otras personas blancas. Ya en la barca, navegando por el río Benito, nos dispararon desde la costa y desde otra barca. Un tiro dio en la cabeza a mi marido, matándolo en el acto».
Nella guarda la copia literal de navegación del buque «Kogo», que más tarde los recogió. En sus folios 186 y 187 se puede leer lo siguiente: «A las 16.30 horas llega a nuestro costado una lancha con doce hombres, seis mujeres y nueve niños y un nigeriano. A la llegada de los mismos, nos comunican que a la salida del río fueron tiroteados por las fuerzas de la Marina del país desde un bote y desde tierra. A resultas de ello, el empleado de la firma J. Jover, SA, Sr. Bima, que se encontraba en compañía de su esposa y demás refugiados, fue alcanzado por una bala en la cabeza, que según manifiestan, le causó la muerte en el acto, subiéndolo a bordo de este buque ya cadáver».