Se aproximan el verano y el calor. Apetecen los días soleados y cambiar los colores fríos del invierno por otros más cálidos y alegres. Para ir «a juego» con el verano el color de la moda también se alegra. Y el dinero escapa del bolsillo al tiempo que las mangas se acortan, las medias se guardan en el cajón y los escotes se profundizan. Pero hay que esperar a la hora del baño para mostrar las piernas porque este año la minifalda no se lleva.
Juani Cuevas, propietaria de «Toque», ha vuelto de París con las ideas muy claras: la ropa femenina para este verano está confeccionada con tejidos naturales "linos y algodones", aunque poco a poco se van introduciendo algunos sintéticos, sin problemas de lavado o de plancha. Estos tejidos «Tecno» cuentan, además, con la ventaja de ser ligeramente elásticos, lo que los hace muy cómodos y adaptables al cuerpo. Nuevos materiales se mezclan con los tradicionales, y algunos metales confieren a las prendas una apariencia brillante y tornasolada, aunque todavía son minoría las mujeres que optan por este tipo de modelos. Juani opina que «la gente en general, compra básicamente la ropa de siempre, evoluciona despacio, más despacio que la moda. En verano alegran el colorido de sus conjuntos con los nuevos colores, pero sin atreverse a un cambio radical».
En «Nuria Disseny» la moda está concebida para la mujer de entre 20 y 60 años, «depende de la figura y el ánimo de cada uno», explica Catalina Pujol, dueña del establecimiento. Sus diseños pertenecen a colecciones procedentes de París o Milán, así como de conocidas ferias españolas "Gaudí o Cibeles". «Este año hay mucha variedad en el color... sobre todo los malvas, rosas y pistachos, también los colores crudos en tejidos de apariencia rústica».
Desde hace unos años la moda se ha ido desformalizando. Se tiende a ir desconjuntado, mezclando prendas de diversas características. El traje sastre pierde terreno frente a la chaqueta suelta, combinada con pantalones y faldas dispares. A la mujer le gusta ir elegante, pero no «puesta».
Pedro Mesquida comenta sobre su tienda «Donna de Xino's»: «'Donna' está enfocada a una moda urbana y llevadera, a una mujer de 25 a 35 años que trabaja, y que necesita comodidad en el vestir». En la tienda hay ropa funcional que con los adecuados complementos sirve también para salir. Largos: totales o bajo la rodilla. La blusa queda aparcada y el punto ocupa su lugar. Continúan los pantalones tipo «corsario», y los «pijama», más anchos y que permiten disimular algún que otro «michelín». Se llevan mucho los vestidos y la moda tejana empieza a relanzarse, aunque acomodándose a la actualidad, y aunque sigue confeccionándose con algodón, se añaden pequeños porcentajes de Lycra, para que se ajusten mejor, pero sin oprimir.