Las asociaciones agrarias de la Isla, patronales y la Caja Rural de Balears están negociando la posibilidad de introducir en la Isla un nuevo operador de gasóleo para abaratar el coste del combustible utilizado por el sector.
En estos momentos los promotores están negociando con la Compañía Logística de Hidrocarburos, CLH, para poder desembarcar el gasóleo en un depósito alternativo de sus instalaciones de la misma forma, y condiciones, que los otros tres operadores que ya trabajan en las Islas: Campsa-Cepsa, Repsol y BP.
Hay que tener en cuenta que, según denuncias del propio sector agrícola, el precio del gasóleo B es 20 pesetas más caro en las Islas que en la Península. Este sobrecoste, justificado por las compañías por la subida del precio del crudo, es inexcusable según las organizaciones agrarias, ya que la gasolina super «sólo» ha subido un 25 por ciento en el último año y el gasóleo para agricultura lo ha hecho en un 71 por ciento en el mismo periodo de tiempo.
La operación está respaldada por la Caja Rural que, en un principio, sería la entidad encargada de cubrir el millonario aval que se requiere en estos casos.
La idea de los promotores es evitar las altas comisiones que cobran los otros operadores y rebajar, de esa forma, el precio del gasóleo entre 8 y 10 pesetas por litro. Si la iniciativa se lleva a la practica, el gasóleo B pasaría a costar en Mallorca entre 65 y 70 pesetas, incluyendo costes de transporte, y se situaría en unos precios cercanos a los que rigen en la Península.
Fuentes del Govern balear aseguraron a este diario que el Ejecutivo no puede subvencionar la entrada de otro operador porque sería atentar «contra la libre competencia», sin embargo, como gobierno, sí pueden garantizar que CLH le cobre al nuevo operador la misma cuota por uso de instalaciones que les cobra a los ya asentados.