El Gobierno central, representado por el secretario general de Empleo, Juan Chozas, y el Govern balear acordaron ayer en Palma la creación, en el plazo máximo de un mes, de un equipo de trabajo técnico que estudie la problemática de los trabajadores fijos discontinuos y concrete medidas para mejorar su situación. Dicho acuerdo fue adoptado ayer en cumplimiento del artículo 32 del Régimen Especial de Balears que establece la constitución de un equipo de expertos (Ministerio de Trabajo-Comunitat Autònoma) que analice las posibles alternativas para una regulación propia del trabajador fijo discontinuo tanto desde el punto de vista de prestación del trabajo como de cobertura social.
El conseller de Treball del Govern, Eberhard Grosske, señaló que este grupo de trabajo estará constituido por tres miembros de cada una de las dos administraciones y trabajará con criterios de «celeridad» y con una orientación «práctica» en el sentido de que su análisis se concrete en «medidas concretas» que mejoren la situación de los fijos discontinuos. Grosske aseveró que se contará asimismo con la participación de los agentes sociales (sindicatos y empresarios).
Juan Chozas explicó que este grupo de trabajo estudiará «en profundidad» el fijo discontinuo de Balears desde el punto de vista de desarrollo legal de esta figura (todavía pendiente) y su protección social. El secretario general de Empleo se refirió a los cambios legales que en los últimos años ha sufrido esta figura contractual de tan gran implantación en Islas "se calcula que hay del orden de los 50.000 fijos discontinuos" y que tras reconvertirlo en un contrato a tiempo parcial se le volvió a reconocer la estabilidad. «Todavía falta por desarrollar reglamentariamente la ley y el desarrollo de la figura por medio de la negociación colectiva es escaso» reconoció Chozas, para quien las «disfunciones» se centran en las diferencias de protección social respecto a los contratos fijos en materia de desempleo, incapacidad temporal y maternidad.