El Ajuntament de Palma instalará en breve una serie de balizas de plástico amarillas para aislar el carril-bus existente a lo largo de las Avenidas. Según explicó ayer el responsable municipal, José Manuel Sierra, «creemos que esta es la única medida efectiva para evitar su invasión por parte de vehículos privados».
Esta es una de las novedades que prepara el área de Governació para agilizar la circulación rodada en la ciudad, a la espera de que esté preparado el estudio de movilidad que todavía está en fase de presentación de ofertas.
Este estudio también contemplará la ampliación de este carril para autobuses en calles que por su anchura lo permitan. El edil también adelantó la adecuación de carriles-bici en algunas calles de la ciudad, aprovechando las aceras más anchas, tal como ocurre en el Passeig Marítim, y una de las más adecuadas parece ser la calle Aragón, según se informó. Otra novedad se refiere al refuerzo de la señalización de los pasos de cebra con pintura blanca y roja "en especial los situados frente a colegios", «para favorecer que los conductores respeten este tipo de señal y evitar así tantos accidentes como provoca su desprecio», razonó Sierra.
Pero la señalización no irá sola, pues los técnicos estudian implantar también en estos pasos de peatones «unos pequeños pivotes que disponen de un mecanismo que los ilumina cuando identifican el paso del viandante, reforzando así su visión por parte de los vehículos», explicó el edil. Este mecanismo se colocará en las vías donde el flujo circulatorio y el peatonal es intenso.