No se concibe la festividad de hoy, Domingo de Ramos, sin la presencia de palmas, que recuerdan la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Los fieles que asistan a este acto ya hace algunos días que han ido adquiriendo las palmas. Las Ramblas es uno de los lugares donde más variedad de tamaños y modelos se pueden hallar. Normalmente esta artesanía proviene en su gran mayoría de Elche; en Mallorca quedan muy pocas personas que se dediquen a trenzar y dar formas a las palmas.
Se da la circunstancia que este año las monjas de clausura han dejado de trenzar artesanalmente estas piezas, ya que, según comentaron los mismos conventos, se han hecho muy mayores. Las palmas, que se podían conseguir desde las cuatrocientas pesetas (las más chiquitinas) a precios que podían ser de unos cuantos miles de pesetas, pasarán a adornar ahora la fisonomía de pueblos y ciudades prendiéndolas en los balcones.