El 18'1 por ciento de las especies de peces que viven habitualmente en aguas de la Comunitat tienen su supervivencia amenazada en mayor o menor medida o están extinguidas, según consta en la «Lista roja de los peces de Balears», trabajo que fue presentado ayer por el conseller d'Agricultura y Pesca, Joan Mayol, y la Consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló. El informe, desarrollado por técnicos de ambas consellerias, examina, por primera vez, el estado de conservación de los bancos de peces de las aguas isleñas con objeto, según señalaron los promotores, «de ser un primer paso en la mejora de la conservación de la fauna marina local». Así, según consta en el trabajo, de las 408 especies siete están extinguidas, 10 en peligro crítico, 14 en peligro, 30 especies son calificadas de vulnerables y 12 más están casi amenazadas.
El resto de especies, hasta llegar al total se distribuye entre las 58 con presencia excepcional, (por lo que no están evaluadas), las 50 con datos insuficientes y las 226 consideradas con menor riesgo, es decir, no están amenazadas.
Los problemas principales a los que se tiene que enfrentar la fauna marina de las Islas son la sobrepesca de algunas variedades; las alteraciones del hábitat provocadas, en su mayoría, por el exceso de infraestructuras turísticas y las aguas salobres; las redes de deriva, prohibidas en aguas de Balears desde 1990; los palangres; las extracciones de arena para regenerar playas; el cambio climático y la pesca deportiva, entre otras.
Los promotores del estudio aseguraron que la conservación de las especies no puede reducirse a medidas como la protección especifica sino que ésta «debe combinarse con iniciativas ambientales y pesqueras». En este sentido Mayol destacó que su gabinete está terminando de redactar las vedas que, durante algunos meses de este verano, impedirán la pesca de verderols y raons.
Asimismo está previsto realizar una nueva reglamentación de la pesca artesanal ya que la normativa vigente, aseguró, «tiene más de 20 años y está desfasada» además de modificar «sustancialmente» la actual veda para pescar langosta.