El balance fiscal de Balears con la Administración central del Estado en 1998 generó un déficit fiscal superior a los 305.000 millones, ya que mientras los impuestos de Balears generaron al Estado en el citado ejercicio unos ingresos totales de 875.000 millones, las Islas recibieron de las arcas estatales 570.000 millones, según dió a conocer ayer el economista de Sa Nostra Miquel Alenyà en su comparecencia ante el Parlament.
El déficit fiscal de los 305.000 millones equivalió en 1998 al 12 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de Balears, cifrado en dicho año en 2'5 billones de pesetas. En opinión de Alenyà, «ninguna región de la Unión Europea tiene un superávit fiscal para el Estado de este orden, aunque hay algunas que cuentan con el 6 ó 7 por ciento, pero no por encima del 10 por ciento de Balears. El superávit fiscal del Estado en las Islas se ha incrementado en casi un 80 por ciento entre 1996 y 1998, mientras que el Producto Interior Bruto (PIB) del archipiélago sólo se incrementó en un 30% en términos nominales. Esto ha provocado en los últimos años una mayor pulsación de la mayor detracción de recursos públicos por parte del Estado». Alenyà comentó ante la representación de los distintos grupos parlamentarios que esta coyuntura fiscal «repercute en la competitividad de nuestra Comunidad frente a otras regiones».