Son ya muchas y muy variadas las quejas que los ciudadanos de Balears han venido exteriorizando desde que se acordó remodelar el tráfico aéreo entre las Islas por su escasa rentabilidad. La utilización por parte de la compañía regional Air Nostrum, filial de Iberia, de aviones turbohélices para las conexiones entre Mallorca, Menorca y Eivissa generó en su día "y no ha dejado de hacerlo" toda clase de críticas, por más que este tipo de aparatos sea más seguro que otros. El principal motivo de insatisfacción por parte de los usuarios era el pequeño tamaño de los aviones, que si bien favorece a la compañía por su rentabilidad, incomoda a los clientes por falta de asientos a la hora de reservar plaza, en especial en las horas punta.
Ayer la compañía ofreció una rueda de prensa en Valencia para anunciar las novedades que incorporará en los próximos meses y, por fortuna, parece haber prestado oídos a algunas de las quejas más insistentes. Air Nostrum ha decidido incorporar a su flota más aviones reactores y anuncia que algunos de estos aviones podrán ser utilizados en los vuelos interislas. Sin embargo la noticia no se hará realidad previsiblemente hasta el verano del 2001.
La entidad aérea invertirá 135.000 millones de pesetas para adquirir nada menos que 44 aparatos turborreactores Dash8 "no confundir con los auténticos reactores", de 52 y 76 plazas, y que triplican la capacidad de carga de los Fokker que ahora se utilizan. No cabe duda de que es una buena noticia si se confirma en su totalidad. Es muy acertado sustituir los Fokker 50 pero no olvidemos que el auténtico problema es la falta de capacidad de estos aviones para absorber la demanda de plazas en los primeros vuelos de la mañana y los últimos vuelos de la noche. Cincuenta plazas de un turbohélice siguen siendo cincuenta plazas en un reactor, aunque el aparato sea más moderno, más cómodo y más veloz.