Los actuales dirigentes de la asociación Unió de Pagesos arremetieron en los pasados días contra la política agraria que está desarrollando el Govern balear y señalaron que se caracteriza por «la falta de claridad de ideas y la ausencia de líneas maestras que la definan».
Estas declaraciones fueron hechas por el secretario general, Jaume Pocoví, y el gerente de la asociación, Joan Mas, y en ellas querían mostrar su disconformidad por la falta de decisiones de actual gabinete de la Conselleria d'Agricultura encabezado por Joan Mayol.
Se da la circunstancia de que algunos de los máximos dirigentes agrarios del Pacte de Progres provienen de Unió de Pagesos, la actual directora general d'Agricultura, Margalida Estelrich, fue la gerente y el actual responsable de la empresa Semilla, Joan Sastre, fue el secretario general. Es por eso que en algunos sectores se han extrañado al conocer estas valoraciones. «Nos gustaría que hubiera una línea de política agraria más clara que la que ha habido hasta ahora. Necesitamos decisiones urgentes», aseguró Pocoví.
Por su parte Joan Mas aludió a la «dramática situación» en la que se encuentran muchos agricultores de la Isla y reiteró su deseo de que la Administración tome decisiones «rapidas e imaginativas». El gerente de Unió de Pagesos quiere remarcar que en la Conselleria «están trabajando mucho pero esa faena no se ve reflejada en el día a día del sector» a la vez que aboga por las ayudas directas como solución a la falta de renta de los agricultores.
Hace unas semanas la Federación Agrícola y Ganadera de Balears, FAGB, hacía públicas unas críticas similares. En aquella ocasión su presidente, Fernando Dameto, también se quejaba de la falta de iniciativa de la conselleria y de «abandonar a su suerte a los agricultores».
Esta avalancha de críticas, sin embargo, no pueden incluirse en el «mismo saco» ya que los dirigentes de Unió de Pagesos también arremetieron contra la FAGB a la que acusan «de hacer demagogia con el pan de la gente». Joan Mas considera que la otra asociación está haciendo política con los problemas que asolan al sector primario, «como el convenio, la Serra, la falta de agua o el sector ganadero», sin aportar soluciones.