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El Govern ultima otro borrador de ecotasa para debatirlo con el sector turístico

El Ejecutivo descarta el cobro del impuesto en billetes de avión y barco por las dificultades administrativas

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El Govern está dando los últimos retoques al tercer borrador de la ecotasa, que será presentado a los hoteleros durante el mes de abril. La propuesta del Ejecutivo autonómico se encuentra en estudio tanto por los técnicos de la Conselleria d'Hisenda como por la Conselleria de Turisme, y la intención del gabinete que preside Francesc Antich es entregarlo a los representantes del sector turístico durante la última semana de abril.

La propuesta plantea el cobro de una ecotasa a través de los hoteles ya que desde el Govern consideran que el proyecto de realizar la recaudación a través de los billetes de avión es, en estos momentos, inviable. Por lo tanto, la ecotasa no sería cobrada a todos los turistas y sólo la abonarían aquellos que pasasen sus vacaciones en hoteles y apartamentos turísticos. Fuentes del Ejecutivo autonómico han opinado que dicha propuesta «es más fácil de llevarla a cabo ya que el cobro del impuesto a través de los billetes de avión y barco es muy complicado». El Govern no cuenta con el respaldo del Gobierno central ni de AENA, la entidad que gestiona los aeropuertos españoles, para llevar a cabo la recaudación del nuevo impuesto. De esta manera, el Govern también evitaría los problemas burocráticos que supondría cobrar la ecotasa a los residentes para, posteriormente, devolverles el dinero, tal y como exige la Unión Europea. Esta era la opción preferida por el Govern, pero las dificultades administrativas y legales son muy arriesgadas para poner en marcha un impuesto sin precedentes en el territorio español.

La propuesta del Govern de recaudar la ecotasa a través de billetes de avión y barco pasaba por cobrar a cada turista entre 1.300 y 3.900 pesetas, según los días de estancia en la isla. Los visitantes que no permaneciesen más de 48 horas en la isla, excepto los turistas de cruceros, no pagarían el impuesto. En cambio, la opción de pagar el impuesto a través de los hoteles planteaba abonar una cantidad según la categoría del establecimiento turístico. El sector turístico no estaba de acuerdo con ninguna de las dos opciones planteadas por el Ejecutivo.

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