Campos se queda sin vacas lecheras. Los propietarios de las fincas, poco a poco, se van desprendiendo de ellas. No porque haya sobrante, como estipulan las normas de la UE, sino porque no son rentables. Ni siquiera a la hora de venderlas. ¿Que a cuánto? Los que más suerte han tenido, como los de la finca de Son Bessons, a 65.000 por cabeza, menos de lo que se paga por un perro de raza. Aunque madò Pixedis de Son Blai Mas, asegura que «a nosotros nos han pagado bastante menos».
En la mañana de ayer visitamos dos de las fincas de Campos en las que las vacas han sido puestas a la venta, Son Bessons y la citada Blai Mas. En la primera aún están las vacas, en la segunda ya no queda ninguna; «las últimas salieron la semana pasada», dice madò Pixedis, mujer mayor pero de mente clara, quien nos invita a recorrer los establos en los que sólo vemos picoteando sobre el inmenso estercolero ya prácticamente reseco, media docena de gallinas y mucha soledad. «En un momento determinado ùnos dice la mujerù en esta finca llegó a haber más de trescientas cabezas. Ahora sólo queda el recuerdo, el olor y montones de haces de paja que se apilan bajo un techado a la vera de un tractor».