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Visita a las dunas de Capdepera

Numerosos excursionistas recorrieron ayer por la mañana el sistema dunar entre Cala Agulla y Cala Mesquida

El arenal de Cala Mesquida fue un paraje extraordinario para los excursionistas. FOTO: Margalida Fuster.

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El sistema dunar que existe en las playas de Cala Agulla y Cala Mesquida, en el municipio de Capdepera, ha sufrido grandes cambios con el paso del tiempo. Este hecho repercute directamente en las playas puesto que si desaparecen las dunas, los arenales corren serio peligro de desaparecer, ya que los espectaculares montículos de arena son una protección para la arena.

En la mañana de ayer, varios excursionistas del municipio gabellí visitaron los dos sistemas dunares. La visita entra en el calendario de actos de la conmemoración del 700 aniversario del Castell de Capdepera, dentro del programa «Itineraris pel municipi».

Los excursionistas que acudieron a las dos playas contemplaron in situ cómo la zona de sa Mesquida está mucho más conservada que la de Cala Agulla y en la primera aún se puede observar el tipo de vegetación que había antes de formarse el sistema dunar. En Cala Agulla, sin embargo, la vegetación esta mucho más deteriorada, puesto que es una zona más visitada por los bañistas.

La visita estuvo guiada por el historiador local Josep Terrassa. La importancia de la protección de las dunas fue el tema que más interesó a los excursionistas y que Terrassa se encargó de explicar. El historiador hizo hincapié en el hecho de que las playas pueden retroceder y, de hecho, «tienden a desaparecer», manifestó, si no se conservan las dunas.

La vegetación de la zona ha cambiado mucho. Hay constancia de que en otro tiempo hubo monte bajo, ya que en esta zona había antiguos hornos de carbón y la única leña que se utilizaba era precisamente este tipo de planta.

Un centenar de excursionistas siguieron y escucharon las explicaciones de Josep Terrassa, quien intentó concienciar a su grupo de acompañantes de que debe conservarse la vegetación de las zonas arenosas, a la que en la mayoría de los casos no se da la importancia que merece. La solución al problema, explicó Terrassa, es hacer una ley de ordenación de uso que prohíba la circulación por las playas y zonas dunares de vehículos todoterreno y motocicletas.

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