Radiante estaba ayer Rosa Estaràs. Motivos no le faltaban. Se casaba con su novio de toda la vida, Jose Cansado, en la sala de plenos del Ayuntamiento de Valldemossa. Los novios llegaron puntuales a una ceremonia que se caracterizaría por la emoción y sencillez. La radiante novia y diputada lucía un sencillo conjunto en tonos beige: vestido con flores de tela esparcidas en la falda y torerita a juego, zapatos y bolsito de charol del mismo tono, collarcito y pulsera de perlas y unos sencillos pendientes eran sus adornos, junto a un pequeño bouquet de flores.
El novio, el empresario Jose Cansado, lució un traje oscuro muy acorde para la ocasión. En las afueras de la Casa de la Villa les esperaban sus familiares más cercanos y algunos amigos íntimos. Los novios habían guardado en el más absoluto silencio su intención de contraer matrimonio y tanto es así que ayer por la mañana muchos de los vecinos de Valldemossa se sorprendían por la ceremonia que tendría lugar en un escenario privilegiado. Entre los asistentes, sólo dos políticos: la novia y el padrino del novio, Miquel Torres, el concejal del Ayuntamiento valldemossí que ofició la ceremonia civil.
Torres se preparó para la ocasión unas palabras muy emotivas que dedicó a Rosa Estaràs, «nuestra Rosa, la Rosa que lleva el nombre de su pueblo allá donde va», y a Jose, «el niño al que vi convertirse en hombre y que creció a mi lado». Después de la lectura de los artículos del Código Civil, los novios se colocaron los anillos, que llevaba la pequeña Claudia, sobrinita de Estaràs y se dieron un cariñoso beso entre los aplausos de los asistentes. Después rubricaron el acta de matrimonio.