El Consejo de Turismo de la CEOE mostró ayer su «gran preocupación» por el proyecto del Govern de implantar un «impuesto turístico» en las Islas y advirtió que esta iniciativa tendría «graves consecuencias para la actividad turística y económica de la comunidad».
En concreto, el Consejo de Turismo, presidido por el presidente del grupo Marsans, Gonzalo Pascual, considera que la implantación de un impuesto de entrada en las Islas, tal como pretende el Ejecutivo balear, tendría «un efecto disuasorio en el viajero, restaría competitividad al destino y podría provocar una deslocalización de las empresas baleares».
Así, opinó que la creación de una «ecotasa supondrá sin duda alguna, el inicio de un proceso acelerado en el sentido de dañar la gallina de los huevos de oro balear». Recordó además que si el Govern se ve obligado a conseguir mayores ingresos para asegurar la sostenibilidad del medio ambiente, «dispone de mecanismos basados en la corresponsabilidad fiscal que pueden permitirle lograr estos ingresos sin que se resienta la economía».