Muchos de los mitos que utilizaron los profetas para presentar las verdades de carácter religioso ante el gran público «están desmitificados» o no se conciben como tales en la Biblia. Así lo explicó ayer José María Blázquez, catedrático emérito de Historia Antigua de la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Real Academia de Historia, en su disertación sobre «La desmitologización del Antiguo Testamento», que ofreció ayer en el Centre de Cultura Sa Nostra, dentro del ciclo Religiones del Antiguo Oriente.
Según José María Blázquez, en el Génesis del Antiguo Testamento hay episodios que no son «típicos» de este texto, sino más bien de religiones presentes en Mesopotamia, Irán, del mundo griego o egipcio, «ya que todas las religiones se han interesado por cuestiones como el origen del mundo, la aparición del hombre, el paraíso terrenal, el diluvio, etc.».
Señala que, incluso a finales del siglo XIX y principios del XX, se tendía a ver como mitos la creación, la caída del hombre, el diluvio o los pecados de los ángeles con las mujeres, «después se adoptó la postura de que en la Biblia no había mitos, en contra de lo que se pensaba en otras religiones y culturas».
El catedrático expone, como ejemplo, que en el Génesis, «se habla de un dios que creó el mundo en siete días, de los que el último descansó. Esto, la Biblia no lo concibe como mito. En Mesopotamia, en cambio, en el momento de la creación, los dioses luchan con dragones, lo que da una idea de que el relato es muy diferente».
Para José María Blázquez, quizá, sea «el mito de la creación el que ha sido más discutido en el tiempo, porque también se habló mucho del diluvio, pero se podía decir que éste tenía un hecho histórico y, además, aparece en todas las culturas».
En el caso del paraíso, Blázquez dice que el relato que aparece en el Génesis «tampoco es mitológico». En su opinión, tiene unas particularidades que no aparecen en las religiones de los pueblos de Oriente, como el hecho de que Dios no aparece en el paraíso, ya que éste es un espacio creado por Javé para el hombre. «En cambio "añade", en otras culturas, los seres que viven en el paraíso están al servicio de los dioses», afirma el catedrático.