«La victoria del Partido Popular y la derrota 'sin paliativos' de la izquierda suponen el fin de un ciclo». El numero uno de la lista de EU para el Congreso, Miquel Rosselló, fue rotundo ayer en las explicaciones del descenso de votos registrado por su formación.
Rosselló, al igual que algún otro dirigente progresista, achacó a la baja participación los resultados de EU, aunque también sacó a relucir su responsabilidad por «no haber sabido conectar con nuestro electorado habitual». En este sentido se refirió a la abstención de los jóvenes, trabajadores y clase media, tradicionales votantes del partido de izquierdas.
«Es una catástrofe que haya tanta gente que no acuda a votar y es muy preocupante que la gente no vea utilidad en participar en unas elecciones. Esta falta de interés manifiesto cuestiona nuestra relación como formación política con la sociedad», señaló. Para el cabeza de lista de EU la reflexión que debe afrontar su partido no se refiere estrictamente a aspectos tácticos, ni de estrategia de programa, «sino de ver como recuperar el vínculo con un entramado social que ha cambiado en estos años. La sociedad sufre cambios profundos que no hemos sabido percibir».
Rosselló se mostró muy crítico con la falta de conexión entre su formación y su electorado potencial, «votantes que han ido evolucionando sin que nosotros nos hallamos dado cuenta de sus nuevas inquietudes y necesidades».