La pintura de Angela Von Newman parece la visión de Mallorca transfigurada por una artista que siente la naturaleza en su propia piel, una naturaleza que la transporta dentro de ella a su taller como algo muy íntimo.
Hoy en día lleva más de media vida en Galilea. Su marido, John Ulbricht, desde su residencia de Chicago ya soñaba con este pueblo de la Sierra de Tramuntana.
Nacido en Cuba en 1926, Ulbricht se trasladó seis años después a Estados Unidos, viviendo a partir de entonces en Chicago. Allí John inició sus estudios artísticos, ingresando en 1946 en el Instituto del Arte de la ciudad donde conocería a Angela, con la que se casó poco más tarde. En 1950, aprovechando una beca, Angela y John se trasladaron a México. En el 54, marcharon a Europa y llegaron a España. Vivieron una temporada en Barcelona y, luego, en Madrid, donde un amigo les aconsejó que visitaran Mallorca.
Llevaban poco tiempo residiendo en la Isla cuando tomaron la acertada decisión de adquirir una casa en Galilea. Les fascinó este pueblo que ellos consideraban un rincón medieval en pleno siglo XX e hicieron suyo este rincón del Mediterráneo.
Realizaron su primera exposición conjunta en las Galerías Costa.
Podría decirse, sin incurrir en el error, que el hecho de vivir en Galilea ha influido en la obra de ambos. La luz tan especial de este rincón entrañable de la Isla impregna su alma y sus lienzos de tal modo que no añoran ningún paraíso. El suyo está aquí.