La gran cantidad de obras del Pla Mirall que en estos momentos afecta al centro de Palma está siendo la causa de numerosas quejas vecinales. Los ciudadanos protestan por la larga duración de los trabajos, que obliga a soportar las incomodidades de toda obra durante demasiado tiempo. Es cierto que la ciudad está literalmente «patas arriba», pero mientras que la gran mayoría de los proyectos del Eixample están finalizados o a punto de acabarse, el casco antiguo está en plena efervescencia.
Uno de los trabajos que acumula más quejas es el que afecta a la zona de la plaza del Banc de l'Oli, donde las obras parecen interminables. Tampoco resulta fácil transitar, hoy por hoy, por la calle Sindicat ni por las escalinatas que van desde la calle Jaume II hasta la calle Sant Nicolau.
Otras obras en marcha afectan a importantes vías como Jaume III o el Passeig Mallorca y todavía restan por iniciarse muchos otros proyectos importantes, como la remodelación de la céntrica plaza de Cort, por ejemplo.