Muchas mañanas le veo con sus útiles trabajando la madera. El otro día estaba haciendo una cunita y ayer una escalera. ¿Y saben a quién me recordó? A Longino.
Se llama Juan José Jiménez y está jubilado. Nació en Jaén y fue agricultor. «Más tarde mi padre me compró una burra con la que transportaba piedras para hacer carreteras. Tras hacer la mili, me vine a Mallorca y me puse a trabajar en Cobra hasta que me jubilé», cuenta.
Se declara socialista, «pues mis padres lo fueron, aunque con Franco todos teníamos que callar. Pero "añade" no creo mucho en los políticos porque sólo se acuerdan de nosotros antes de las elecciones. Yo creo que en este país sobran partidos, con dos basta. Y sobra, sobre todo, ETA. ¿Qué piden estos...? ¡Nada!, sólo matan». A pesar de llevar tantos años en Mallorca, «para algunos "dice" soy un foraster, pero no me molesta que me lo llamen. Uno no es de donde nace sino de donde trabaja y vive. Y yo, aquí, estoy a gusto y feliz.
Fidel también se equivoca
Les decía ayer que, una vez finalizada la cena que Fidel Castro
ofreció a la delegación balear el pasado sábado, en La Habana,
además de obsequiarles con cajas de habanos, les firmó un autógrafo
en la tarjeta que con el nombre de cada uno señalaba el lugar que
debían ocupar en la mesa.
En realidad, la idea de que les firmara los autógrafos la tuvo Pere Fullana. «Se lo pedí y me lo firmó», con la particularidad de que, por falta de hábito "según especificó por escrito Castro", se equivocó de fecha, poniendo, en vez de 2000, 99.
Balears, en Filipinas
El investigador Negreira, tras su exitoso trabajo sobre los
soldados mallorquines, menorquines y formenterenses en la Guerra de
Cuba, está preparando otro libro, éste sobre la participación
balear en la guerra de Filipinas, libro que se halla ya muy
avanzado, aunque precisa todavía de cierta documentación que a lo
mejor usted, amable lector, tiene.