La Agrupación Empresarial de Auto Taxi y Auto Turismo de Balears anunció ayer que «probablemente, si las negociaciones que se están llevando a cabo en Madrid no lo impiden, se lleve a término un cierre patronal de taxis a nivel de toda España, desde las 00.00 horas del día 26 hasta las 24.00 horas del día 28 de enero», en demanda de un gasóleo profesional subvencionado.
El paro ha sido convocado por el Comité Nacional de Transportes por Carretera -en el que está integrada la Federación Empresarial Balear de Transportes y, por consiguiente, la Agrupación Empresarial de Auto-Taxi- y será secundado por los taxis de Balears, aunque se establecerán servicios mínimos.
Desde la FEBT se añade que «en caso de que el Comité Nacional
decidiera desconvocar dicho paro en el último momento, nos
adheriremos a su decisión».
En Palma, el paro afectaría a la práctica totalidad de los taxis,
pues la PIMEM también está dispuesta a secundar la medida de
presión. Desde la FEBT se argumenta que «la subida del gasóleo,
prevista en 30 ó 40 pesetas, acabará repercutiendo en las tarifas
que paga el usuario. Para que no ocurra se reclama algún tipo de
subvención, como una rebaja del 4 ó 5% de los impuestos
especiales».
El anuncio del paro patronal de los transportistas ha provocado que todo el sector relacionado con el de mercancías haya tenido, durante estos últimos días, una actividad inusitada ante la demanda de hoteleros y constructores de adelantar materiales y abastecimiento de alimentos para no tener problemas durante las 72 horas que durará, a priori, este paro patronal. El presidente de la Federación Empresarial Balear de Transportes, Miquel Florit, ratificaba esta situación: «Pase lo que pase, los transportistas de mercancías han tenido trabajo extra desde el mismo día en que se anunció este paro».