Cort ha tramitado cerca de 20.000 solicitudes de tarjetas ciudadanas, de las cuales más de la mitad han sido entregadas por Sa Nostra, en torno a las 12.000, y el resto a través de La Caixa. El número de peticiones se ha duplicado en los primeros días de enero, pues si hasta ahora se había mantenido una media de 140 ó 150 solicitudes diarias, en estos momentos se alcanzan las 300 tramitaciones por día. Entre las razones de ello se encuentra el anuncio de la desaparición del bonobús de cartón.
El concejal de Hacienda, Pedro Alvarez, anunció que para reducir las colas que se forman en especial en la oficina de Can Bauzá está previsto duplicar el personal en ésta, de tres a seis personas, para atender el servicio y a partir de la semana próxima se abrirá la oficina por las tardes e, incluso, los sábados por la mañana. Este personal extra será contratado a través del IMFOF.
Asimismo, se habilitará el espacio que ahora ocupa en Can Bauzá el departamento de Servicios Urbanísticos, que en quince días se trasladará al Edifici Municipal de les Avingüdes, para ofrecer un servicio de información de la tarjeta ciudadana, que de este modo se independizará de las colas para su solicitud.
Otra iniciativa en la que se piensa, para descongestionar las colas, es «acudir directamente a empresas o colectivos, como los de tercera edad, para ofrecerles este producto, sin necesidad de que ellos acudan a las UIAP».
Hasta ahora, la implantación de la tarjeta ha costado 600 millones, pagados entre las dos entidades bancarias y Cort. Y dentro de dos años se abrirá el servicio a todos los demás bancos. Mientras, el grupo de EU-EV calificó de «indignante» la retirada del bonobús de cartón de la EMT, «porque el hecho de que el Ajuntament, a través de esta empresa, quiera obligar a todos los usuarios a conseguir la tarjeta ciudadana es una medida discriminatoria, ya que fuerza a todos a pasar por un trámite burocrático complicado, para el que la administración local no está preparada, y eso lo demuestran las largas colas que se forman».