Más de 60 locales situados en los bajos de las Galerías de la Plaça Major de Palma cerraron ayer sus puertas para emprender la primera reforma de la zona en sus 27 años de existencia. Los propietarios de las tiendas apuraron las últimas ventas, realizadas bajo condiciones muy ventajosas para los clientes, con la esperanza de «reanudar la actividad en los primeros días de abril», fecha en la que el contratista de las obras (la empresa Llabrés y Feliu) se ha comprometido a finalizar los trabajos, según explicó a este diario el tesorero de la Asociación de Comerciantes de las Galerías, Juan Murcia.
«Suspendemos de forma provisional nuestra actividad para volver en unas condiciones muy superiores, en un entorno moderno y atractivo para el consumidor», señaló. Murcia reiteró que la zona necesitaba de forma urgente una reforma. «Nos habíamos quedado totalmente desfasados y había que hacer algo. Ya sé que el proyecto no agrada a un par de comerciantes, pero la inmensa mayoría opina que se trataba de renovarse o morir», señaló.
Los propietarios de las tiendas procedieron ayer a dejar totalmente vacías las instalaciones y trasladaron el género sobrante a distintos lugares. Los trabajadores afectados por el cierre temporal mantendrán sus ingresos, ya que casi todos serán recolocados en otros comercios, a la espera de recuperar sus puestos en la Plaça Major, confirmó Murcia.