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Los virus gastrointestinales castigan a los ciudadanos de Mallorca

La gripe todavía no ha llegado pero sí los virus respiratorios y estomacales de cada invierno

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Si usted tiene dolor de estómago, algo de fiebre, malestar general e incluso vómitos y diarreas, sin duda usted es uno de los cientos de mallorquines que en estas fechas se ha visto afectado por los habituales virus gastrointestinales propios de esta época del año. Aunque se lo parezca, no se trata de gripe ya que la gripe es un proceso mucho más fuerte e invalidante (es un auténtico trancazo en el sentido más amplio del término) que, no obstante, está empezando a afectar ya a ciudadanos de las Islas pero sin que se pueda hablar por el momento de una situación de epidemia. Una epidemia que se repite cada año, unas veces de formas más virulenta y otras menos y que ya ha empezado a detectarse en la Península y pronto llegará a las Islas.

En este sentido, se espera que este año la epidemia de gripe sea menos agresiva y al respecto hay que señalar que han sido alrededor de 90.000 las personas que ha vacunado la Gerencia de Atención Primaria de Mallorca de forma gratuita y que por sus características "personas mayores, con enfermedades crónicas, etcétera" tienen más posibilidades de que la gripe afecte a su salud.

No hay saturación en los centros de salud ni en los hospitales "al menos por el momento" pero sí que se detecta estos días un aumento de las consultas y llamadas telefónicas de personas afectadas por distintos virus respiratorios y estomacales (virasis). El director médico de Atención Primaria de Mallorca, Tito Hidalgo, apunta que estos virus son típicos de la época y que afectan a más personas porque en estas fechas la gente se reúne más lo que facilita la expansión de unos virus ya de por sí con gran capacidad de contagio.

Los síntomas son los antes mencionados de fiebre (4-5 días) acompañada de dolores abdominales, vómitos y diarreas. Al tratarse de virus y no de bacterias los medicamentos no sirven e incluso son perjudiciales. El tratamiento debe basarse en una buena hidratación (en pequeñas tomas para evitar vómitos), buena alimentación y evitar cambios de temperatura así como aglomeraciones. En todo caso se puede recurrir a antitérmicos como el paracetamol para bajar la fiebre y los dolores.

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