Pasada ya la resaca del día siguiente a Nochevieja, los mallorquines pudieron disfrutar ayer domingo de un espléndido sol y una temperatura que permitió una presencia masiva de ciudadanos en jardines, paseos e incluso en las playas. Ya, más de tarde, y con las grandes superficies comerciales abiertas, los mallorquines acudieron a realizar las últimas compras antes de la llegada, este jueves, de los Reyes Magos.
Como viene siendo habitual cuando llega un domingo o festivo en que el Govern tiene autorizada la apertura de los comercios, son las grandes y medianas empresas las que abren; no así los pequeños comercios, que optan por mantener cerrado a no ser que se encuentren en zonas próximas a las grandes superficies.
También ayer, las colas en los cines se repitieron y los ciudadanos pudieron comprobar que el efecto 2000 no ha cambiado Mallorca, si bien alguien nos llamó para decirnos que había visto una extraña luz brillante por el cielo mallorquín.