El Ajuntament de Palma está preparado para superar el paso del 31 de diciembre de 1999 al 1 de enero del 2000, sin tropezar con el denominado efecto 2000.
Desde el IMI se controla todo lo que se refiere a nóminas, impuestos, gestión de personal, contabilidad municipal, gestión integrada del IME (abonados, cursillos o instalaciones deportivas), entre otras cosas.
Pero su actual presidenta, María Antonia Carrasco, explica que todos los equipos han sido verificados, corregidos y probados mediante una serie de simulacros, llevados a cabo desde hace varios meses y que se saldaron con tan sólo algunas incidencias que pudieron ser controladas.
Así pues, desde el IMI se da por seguro que los ordenadores centrales, los 13 servidores departamentales, los 848 ordenadores personales y todos los elementos activos de la Red Corporativa Municipal «cumplen los requisitos para el año 2000», tanto el hardware como el software.
De todos modos, y en previsión de posibles contratiempos que afecten a los equipos y programas, el IMI ha preparado un plan de contingencias, reforzando los recursos humanos y tecnológicos, con el fin de hacer frente a las anomalías que pudieran surgir.
El plan prevé que se pueda contar con una brigada de emergencia para averías, compuesta por ocho personas y que estará disponible a cualquier hora de los días 31 de diciembre y 1 y 2 de enero.