«Me voy con la satisfacción de haber cumplido gran parte de los objetivos que me había marcado», de esta forma se despedía ayer el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Balears, Antoni Maria Llull, de los medios de comunicación.
Llull ya anunció hace unos días que, tras seis años en el cargo, no se presentará a las elecciones que el colegio tiene previsto celebrar durante el próximo mes de marzo ya que considera que su etapa al frente del colectivo ya ha acabado.
El balance, según asegura, no puede ser más positivo. Durante su mandato se han puesto en marcha, entre otras iniciativas, la Ley de Ordenación Farmacéutica autonómica, el Estatuto de los Colegiados y el programa de dispensación de metadona en la farmacias.
En lo que respecta a la Ley de Ordenación autonómica Llull considera «un logro» que localidades que antes no podían contar con farmacias, (la ley limitaba su instalación a municipios con más de 2.000 habitantes), ahora pueden contar con un establecimiento de este tipo.
El Estatuto del Colegiado, por su parte, limita la labor de la futura Junta Directiva del Colegio a dos mandatos de cuatro años cada uno y permite su renovación total en cada elección lo que asegura, según Llull, «una mejor capacidad de gestión».
El presidente saliente, que no apoyará a ninguna de las candidaturas que se puedan presentar a las elecciones, está especialmente satisfecho con el convenio firmado con la Conselleria de Sanitat por el cual más de 20 farmacias de las Islas han participado en el programa de dispensación de metadona.