Los aeropuertos de Son Sant Joan y Eivissa volvieron ayer a tener retrasos y cancelaciones por la congestión aérea en Barajas y problemas técnicos en los aviones, que culminó con la cancelación de un vuelo de Palma a Eivissa.
Las puntas de retrasos en Son Sant Joan llegaron a las dos horas, aunque la media de retrasos fue de media hora en los trayectos con Madrid y Barcelona, «el 15 por ciento de las operaciones se han visto afectadas por retrasos por causas operativas», señalaba el ejecutivo de servicio de Palma.
La Asociación Española de Compañías Aéreas (AECA) denunció ayer que el aeropuerto Madrid-Barajas está «escasamente preparado para funcionar con normalidad con condiciones climatológicas poco frecuentes como es el caso de la niebla. Y negamos las declaraciones realizadas por el ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, que ha justificado el caos generado en el aeropuerto madrileño por la falta de preparación tanto de compañías como de pilotos».
El presidente de Aviba, Eduardo Zamorano, ratificaba ayer que las «compañías aéreas no tienen el personal suficiente preparado para afrontar una situación de crisis como la que hemos vivido. Es cierto que no ponen los medios adecuados para mejorar la información a los pasajeros, lo cual tiene que ser subsanado».
En este sentido, el vuelo de Iberia IB-0762 de este jueves que tenía que haber salido de Madrid a Palma a las 11.35 horas, después de diversas vicisitudes, lo hizo a las 18.00 horas. Los pasajeros de este vuelo, después de cambiárseles la puerta de embarque en tres ocasiones y esperar en el avión sentados una hora y media, protestaron ante las explicaciones dadas por el comandante, quién llamó a la Guardia Civil para poner orden. El comandante argumentó el retraso diciendo que no estaban todas las maletas en la bodega del avión, lo cual provocó la repulsa airada del pasaje y el malestar del mismo.