La consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, anunció ayer que el Gobierno ha decidido dejar en suspenso la aplicación de un convenio de inversión de 21.000 millones de pesetas en materia de obras hidráulicas. La razón apuntada por el Gobierno para no aprobar este convenio es que el año que viene hay elecciones generales y con la firma del acuerdo se comprometerían gastos del nuevo Ejecutivo central.
Rosselló recordó que este convenio fue anunciado «a bombo y platillo» por el anterior Govern justo antes de las elecciones y explicó que llegó a ser aprobado por el Consell de Govern, pero no llegó a ser ratificado por el Consejo de Ministros. El responsable de Recursos Hidráulicos del Conselleria, Antoni Rodríguez, opinó que esta decisión supone un «castigo político» para la Comunitat.
Entre las obras que incluía este convenio y que de momento quedan congeladas se encuentra el trasvase de sa Costera, el desvío del torrente de Manacor, la tubería de conexión de sa Marineta y Palma, así como 9.000 millones en materia de depuración de aguas.