Palma vivió ayer un día histórico. Al menos así lo afirmó el alcalde de la ciudad, Joan Fageda, en la presentación del borrador de la Carta Municipal, un proyecto que, según el primer edil, ha sido «reclamado, desde la instauración de la democracia, por todos los consistorios».
En el acto de presentación de la Carta, que llenó la sala de plenos de Cort, estuvieron presentes, además de los miembros del Consistorio, representantes de las cerca de 300 entidades ciudadanas que se encuentran inscritas en el Registro Municipal.
El borrador establece que la legislación del Estado «deberá asegurar al municipio palmesano la atribución de las competencias procedentes de acuerdo con su capacidad de gestión, así como la participación en la gestión de los servicios y equipamientos básicos para el desarrollo de la ciudad».
Así mismo, se plantea la promoción, por parte del Ajuntament, de toda clase de actividades y la prestación de aquellos servicios públicos que afecten al interés general de los ciudadanos y que no estén atribuidos a otras administraciones».
La portavoz del grupo popular, Carmen Feliu, recordó que Palma se ve obligada a asumir la presencia de instalaciones que, como la incineradora o el aeropuerto «causan un serio perjuicio ecológico y medioambiental» y abogó por «redoblar» los esfuerzos municipales para que Palma «disponga de los recursos suficientes para hacer posible su condición de capital».