Los residentes en el barrio palmesano de sa Llonja estarían dispuestos a aceptar el adelanto del horario de cierre de los locales a la una de la mañana, aún cuando su reivindicación era que el fin de la actividad se decretase a las doce de la noche.
La portavoz de los vecinos afectados por el problema de ruidos de sa Llonja, Feli Marcos, declaró ayer que «si el propio Ajuntament reconoce en el expediente abierto que el ruido provoca molestias entre las doce y las cinco de la mañana, lo lógico sería que, si de verdad quiere acabar con el problema, obligase a cerra a las doce. Pero, y a pesar de que nunca hemos aceptado negociar nuestros derechos básicos, aceptaríamos el cierre a la una».
Los vecinos opinan así «porque ya no nos fiamos, son tantas las veces que nos han prometido una solución que después no ha llegado que ahora tenemos que ver para creer».
Como se recordará, los residentes en esta zona presentaron hace un par de años un recurso ante la negativa del equipo de Gobierno de la anterior legislatura municipal a determinar el adelanto del cierre de los establecimientos a las doce de la noche, para acabar con los cierres a las cuatro o la seis de la mañana como ocurre ahora y que les impiden dormir. El TSJB les dio la razón y en cumplimiento de la sentencia es por lo que el equipo de Gobierno municipal tiene previsto aprobar este mes el nuevo horario de cierre. Al menos así se pensaba hasta esta semana en que una nueva resolución judicial, esta vez a favor de los empresarios, puede volver a retrasar cualquier medida.
Los propietarios de bares y restaurantes han presentado un recurso de casación ante el Supremo contra la sentencia favorable a los vecinos, pero éstos tienen la firme intención de personarse en la causa «y de llegar hasta donde haga falta para que, de una vez por todas, se nos reconozca el derecho al descanso», dijo Marcos.