El Govern balear reconoce que el sector lácteo de Mallorca necesita unas ayudas transitorias que les ayude a superar su falta de rentabilidad y estaría dispuesto a concederlas siempre que se cumplan varias condiciones, según confirmaron fuentes cercanas a la negociación.
El Ejecutivo, a través de la Conselleria d'Agricultura i Pesca, ofrecería un «colchón económico» a los ganaderos siempre que éstos lleguen a un acuerdo definitivo con el sector, (que acabe con la polémica con las centrales lácteas) y, únicamente, a las que califica de «explotaciones viables», es decir a aquellas que producen más de 75.000 litros de leche al año.
Por otra parte, la conselleria defiende que las ganaderías que tienen una producción de más de 250.000 litros de leche al año son rentables por sí mismas y tampoco necesitarían la ayuda, por lo que también son excluidas.
Así las cosas, únicamente serían alrededor de 60 las explotaciones, (de las 154 que trabajan actualmente en Mallorca), que se convertirían en beneficiarias de esta posible subvención, hecho que no agrada a los representantes del sector en las negociaciones.
Según el documento de reflexión sobre el futuro del sector elaborado por la propia conselleria, en la Isla hay 5 explotaciones que producen menos de 25.000 litros de leche anuales; 32 que producen entre 25.000 y 75.000 litros; 55 explotaciones que producen entre 75.000 y 200.000 litros; 25 ganaderias que producen entre 201.000 y 300.000 litros y 37 que producen más de 301.000 litros de leche.
La actitud de la conselleria ha molestado mucho a alguno de los representantes del sector en las negociaciones hasta tal punto que la Federación Agrícola y Ganadera de Balears, FAGB, se retiró de las mismas argumentando la falta de sensibilidad del conseller Joan Mayol.
La FABG modifica su estructura interna para conseguir
más operatividad en sus acciones
La Federación Agrícola y Ganadera de Balears, FAGB, está
acometiendo en las últimas semanas una reestructuración interna
para, según palabras de su presidente, Fernando Dameto, «hacerla
más operativa en sus acciones».
El ejemplo más importante de la nueva filosofía que quiere imprimir la federación a sus actuaciones es la contratación, como gerente, de Carlos Pizà, antiguo gerente del Ibanat.
La idea inicial de Dameto es que en la junta de la FAGB esté representado todo el sector primario de la Isla, por sectores y por actividades concretas, y que la filosofía que predomine sea la defensa de la actividad agrícola isleña, «por encima de las diferentes polémicas políticas que puedan aparecer».