El proyecto de construir la estación de autocares de la Part Forana en un edificio situado junto al Pont des Tren de Inca no contempla, por ahora, soluciones alternativas a la regulacion del tráfico, según quedó de manifiesto ayer en una reunión que mantuvieron representantes del Govern, el Ajuntament de Palma y los transportistas. Las partes implicadas conocieron más detalles del proyecto y expresaron, en principio, su conformidad con lo expuesto por los técnicos. Es el caso de los representantes de la Agrupación de Servicio de Transporte Regular de Viajeros, Rafael Llompart y Pablo Ramis, quienes insistieron en la necesidad de habilitar una cinta transportadora que une el recinto con la Plaça d'Espanya y unos cobertizos donde guardar los 30 autocares que operarán en la nueva estación. «Serán nuestros compañeros, en una asamblea que celebraremos la próxima semana, los que decidirán si aceptamos el proyecto tal y cómo se ha planteado», dijo Llompart. El proyecto de la futura estación de autobuses contempla su traslado al edificio situado junto al puete del tren, y también que el espacio habilitado -menor que el que empleaban anteriormenteservirá básicamente para la carga y descarga de pasajeros. Por ello «resulta vital adaptar un nuevo terreno fuera del parque en el que los autocares puedan realizar los aparcamientos de larga duración y pasar la noche en caso de no disponer de cochera», dijo Llompart.
Pero la patronal del transporte discrecional está en contra de esta ubicación de la nueva estación de autobuses, porque obligará a los viajeros a atravesar todo el parque para llegar a la Plaça d'Espanya.
El tráfico y su obligada regulación en la zona no fue abordado ayer. «Es, en estos momentos, lo que menos importa. En primer lugar, hay que aprobar el proyecto y la fecha de iniciación de las obras. Después, se estudiará ese tema», dijo un portavoz del Ajuntament de Palma.