El Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea), centro universitario de la Universitat de les Illes Balears que se nutre de investigadores de la UIB y del Centro Superior de Investigaciones Científicas, centra su actividad en la investigación interdisciplinar de calidad, que genera unos recursos de 200 millones de pesetas anuales.
Joaquim Tintoré, director del Imedea y profesor del Departamento de Física de la UIB, presentó ayer las líneas de investigación y proyectos del instituto, cuyos dos grandes campos de actividad son los recursos naturales y la física interdisciplimar.
El Imedea cuenta con cerca de 80 investigadores, de los que unos 30 son personal en plantilla (21 de la UIB y 10 del CSIC) y el resto becarios, colaboradores e investigadores pagados de muy distintas fuentes.
Tintoré destacó que el Imedea gestiona, en la actualidad, 54 contratos «conseguidos todos ellos de forma competitiva» y su producción científica que se sitúa en torno al centenar de artículos, «lo que coloca al Imedea en el primer instituto universitario en número de artículos por investigador en plantilla».
El director del Imedea presentó a dos investigadores del instituto, centrados cada uno de los dos campos de actividad, «que aportan gran prestigio al Imedea», señaló. Se trata de Maximino San Miguel, catedrático de Física de la Materia Condensada, y Carlos Duarte, profesor de investigación del CSIC.
Maximino San Miguel explicó que desarrolla un proyecto de cinco años que se basa en la ciencia no lineal y en sistemas complejos y caos. «Gracias a este proyecto hemos logrado avances en sincronización y psicofísica, por ejemplo. Es decir, circuitos electrónicos o láseres que emiten señales caóticas se sincronizan para lograr mayor seguridad, en bancos, por ejemplo, o, donde percibimos una señal en una escala musical que no es una secuencia pura, para obtener audífonos de mayor calidad».