El Govern balear hará públicos hoy sus presupuestos para el año 2000 y con ellos se conocerán también las previsiones económicas que baraja la Conselleria d'Economia i Hisenda de cara a los próximos meses. La sorpresa llega cuando salta a los titulares un dato: el crecimiento económico se ralentizará, pasando del 6'2 por ciento registrado este año al 3'6 por ciento.
A primera vista parece un dato alarmante, para echarse las manos a la cabeza, pues hace temer un parón económico que podría traducirse en nuevas oleadas de desempleo, con la crisis consiguiente.
Sin embargo, los expertos lo han acogido con los brazos abiertos. Según parece, sostener durante un largo período de tiempo ritmos de crecimiento tan elevados como ese 6'2 por ciento de este año resulta peligroso. Y, por contra, estabilizar el crecimiento económico en torno a un tres por ciento es del todo positivo. Recordemos que la media europea se establece ahora mismo en un dos por ciento, mientras el resto de España crece a un ritmo también del 3'6 por ciento. Y esta cifra mágica permite sostener la actual bonanza mediante la creación de empleo.
Habrá que esperar a conocer con más detalle las propuestas del Govern balear para saber qué dirección toman sus iniciativas y cómo va a afrontar la Conselleria correspondiente ese dato de la desaceleración del crecimiento. Y no estaría de más que lanzaran una serie de recomendaciones a la ciudadanía. Porque el actual crecimiento "tan por encima de la media", con el furor constructor, la incesante matriculación de vehículos nuevos o el gasto desorbitado podrían conducirnos a una situación difícil a medio plazo. Tal vez ese dato reciente que nos dice que el nivel de ahorro de los españoles es el más bajo de los últimos años debería hacernos reflexionar.