Dos miembros del equipo de seguridad de Salvador Allende, ex presidente de Chile, explicaron ayer en Palma que aportarán al juez Baltasar Garzón «todos los elementos de prueba» contra César Augusto Pinochet. Manuel Cortés, presidente de la Asociación de ex miembros del dispositivo de seguridad de Salvador Allende, y su compañero Pablo Zepeda, estuvieron ayer en la isla para explicar su postura ante la causa que se sigue contra Pinochet. Cortes explicó que todos 35 de sus compañeros «desaparecieron tras el asalto al Palacio de la Moneda, aunque se encontraron los cadáveres de 17 de ellos». «Hemos traído todos los elementos de prueba que pudimos recuperar en Chile», comentó Cortés, quien fue testigo del asalto a La Moneda el 11 de septiembre de 1973.
Cortés denunció «la falta de voluntad cierta de llevar a cabo una querella» por parte del Partido Socialista Chileno. «Nosotros seguimos afiliados al partido, pero existe más la voluntad de actuar como gobierno y no actuar judicialmente contra Pinochet», comentó Cortés. Por su parte, Zepeda recordó que el día del golpe de Estado contra Allende «marcó una derrota muy grande para la esperanza de un pueblo y de toda América Latina».
Zepeda relató que él mismo respondió a Pinochet cuando el militar ofreció un avión para el presidente Allende y sus colabores. «El presidente me encargó que le dijera que él no tenía nada que conversar con los cobardes, felones y traidores al pueblo chileno», precisó el ex mando del equipo de seguridad de Allende.
«Sólo hubo dos muertos en La Moneda y los dos heridos que fueron operados en un hospital, pero los secuestraron dos días después y desde entonces están desaparecidos», relató Zepeda, quien, junto a Cortés, fue recibido en audiencia por el president de Balears, Francesc Antich.