Jaime Pizá, propietario de Los Rafales, se llevó el sábado una de las más agradables sorpresas de su vida: un homenaje por sus 30 años al frente del restaurante. Pero es que él, a pesar de que prepararó la cena y las mesas, no tenía ni la menor idea de que iba a recibirlo. ¡Y eso que lo sabía media Palma! Porque, vean... Lola Alonso, de Questions, amiga de Jaime, clienta de Los Rafaeles y cerebro de la operación, tras contactar con amigos y clientes de Jaime, y ver que a éstos les parecía bien la idea, tras juramentarse con ellos de no decir palabra a Pizá, lo comenzó a preparar todo.
"Para el sábado 16 de octubre "le dijo Lola a Jaime" me reservas el comedor grande, pues unas 70 personas vamos a rendir un homenaje a una novelista que tú no conoces. Tenlo todo preparado para las diez de la noche.
A esa hora de ese día comenzaron a llegar los invitados, que, tras saludar a Jaime, tomaron asiento. Al rato de estar el comedor lleno, y viendo que nadie le ordenaba que pudieran comenzar a servir, Jaime se acercó a Lola y le preguntó que cuándo comenzaban. «Ahora mismo "le contestó esta", pues el homenajeado acaba de llegar. ¡Tú!». La ovación fue de las que marcan época. Jaime quedó pasmado, ¡toma!, y quién no en su lugar. Y su mujer, Marieli, flipó, pues la habían invitado para que asistiera al homenaje del novelista, no de su marido.
Toni Gil entregó una placa a Jaime, y los amigos otra, pintada por el artista Martín Cifre.